El contador, profesor universitario y ex ministro de Producción de la provincia, Roberto Schunk, analizó los primeros meses de gobierno de Javier Milei y su política económica.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Schunk aseguró que “jamás en mi vida hemos vivido una situación como la actual y para muestra basta un botón: el salario formal en blanco promedio que mide el Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estatales), es de 555.269 pesos, el cual quedó por debajo de la línea de pobreza que está marcada en 596.823 pesos, lo que quiere decir que la mayoría de los trabajadores son pobres, y esto es inédito en la República Argentina”.

Mencionó que “esto se ha hecho como nunca en un periodo tan corto. En 1976, cuando asume Martínez de Hoz, de abril a diciembre los salarios reales cayeron un 40% y con este gobierno democrático, elegido por el pueblo, de diciembre a marzo cayeron un 44%”.

En ese contexto, admitió tener “gran preocupación por la provincia de Entre Ríos, porque es difícil poder cerrar cuando te quitan todos los recursos desde el Estado nacional y con esta medida que adoptaron de las importaciones de alimentos, claramente se verá perjudicada la provincia de Entre Ríos, porque los alimentos a importar son lácteos y derivados, pescados y derivados, carne aviar, porcina, huevos, frutas. No sé adónde vamos a ir a parar y creo que la situación es extremadamente difícil”.

“Estamos peor que en 2001 y no hay dudas de que esta situación es completamente diferente, porque cuando se mira qué expectativa hay hacia el futuro, hoy todas las medidas que toma el gobierno van en contra del sector industrial, algo que ya a principios del 2002, en muy pocos meses se fue recuperando; pero acá no vemos ninguna luz en ese sentido, porque todos sabemos que este país no puede salir vendiendo exclusivamente materias primas. Este país va a salir adelante en la medida en que agregue valor y eso justamente es lo que hacemos los entrerrianos. Por eso me preocupa lo que pase, no solamente con el sector público sino con la actividad privada, con las grandes cadenas de valor”, describió.

Agregó que “en el sector público nunca pueden cerrar las cuentas porque el 79% de los impuestos provinciales son indirectos, que gravan el consumo y las transacciones, y hoy claramente está cayendo la actividad económica y eso nos trae serios inconvenientes. Además también cayó fuertemente la recaudación nacional y eso nos perjudica con los fondos que recibimos de coparticipación federal”.

En cuanto al superávit que celebra el gobierno nacional, Schunk explicó que “cuando dicen que tuvimos superávit fiscal al 29 de febrero de este año, eso es base – caja; es lo pagado y lo cobrado. Si tomáramos por lo devengado, ya no tendríamos superávit fiscal, porque si uno deja de pagar las cuentas, además con la gran licuadora que han hecho con los jubilados y pensionados con una pérdida del 50% del poder adquisitivo y con los empleados públicos donde han hecho licuadora y motosierra porque amén de una brutal caída del salario despidieron un montón de gente. Las Universidades no sé hasta cuándo van a poder seguir funcionando porque estamos con los mismos salarios de noviembre. Estas son las cuestiones graves”.

“Si uno tiene que mirar al futuro, se sale de una recesión cuando la gente, las empresas, las personas, tienen alguna capacidad de ahorro pero ahora gran parte de la clase media está vendiendo sus ahorros para seguir sobreviviendo. Entonces, hay una condición de que para que haya ahorro tiene que haber inversión, pero si la gente desahorra estamos en el peor de los mundos, porque lejos de mejorar la situación la vamos a seguir empeorando”, ahondó.

Puntualmente respecto de la situación de la Universidad, apuntó que “claramente el objetivo del gobierno nacional es el arancelamiento universitario, pero si ya en las condiciones en que está muchísima gente, con mucho esfuerzo algunos padres pueden mandar a los chicos a la Universidad, el arancelamiento sería terrible, porque hay que sumar pasajes, alojamiento para muchos. Es insólito lo que están haciendo, lo que se quiere es que haya una educación elitista, que sea exclusivamente para pocos, porque no les importa absolutamente nada y eso es lo más grave”.

Ante este escenario, consideró que “por mucho menos en 2001, (Ricardo) López Murphy duró solo 14 días como ministro de Economía, por eso creo que no hay otra forma de hacer un cambio que no sea la gente en la calle, para hacerle sentir al gobierno porque si esto queda exclusivamente en el ámbito académico estamos fritos. Acá lo que se necesita es la gente en la calle, estudiantes, docentes, no docentes, toda la comunidad universitaria en este momento tiene que defender la Universidad pública porque es uno de los pocos elementos que hay en Argentina de movilidad social ascendente. Acá no queda otra que la lucha de todos los sectores en defensa de esto que es clave hacia el futuro, porque este país no va a salir adelante vendiendo materias primas”.