El sindicato Suoyem está atravesando una crisis institucional y financiera a punto del colapso. Tras la muerte del secretario General Jorge Brocado, la conducción entró en una acefalía pero la gente de Osvaldo Pacha Palacios continúa manejando las cuentas bancarias.

En post de sostener el poder en pocas manos, la conducción fue expulsando de la Comisión Directiva a cada dirigente que realizó planteos y pidió explicaciones sobre el destino de más de $60.000.000 acumulados en toda la gestión Brocado/Palacios.

Estos dirigentes apartados acudieron al Ministerio de Trabajo y a la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de Argentina (COEMA) en donde se está evaluando la posibilidad de imponer un proceso normalizador que llame a elecciones en un plazo determinado.

Es que formalmente el sindicato está acéfalo. En diciembre vencía el mandato asumido en 2016 pero se extendió automáticamente por la pandemia. En febrero falleció Brocado y su sucesión formó parte de la polémica. Es que la gente de Palacios venían preparando el escenario para no perder el poder expulsando a cada integrante de la Comisión Directiva que no respondía a sus órdenes.

Primero fue el turno del Vocal 1°, Pedro Galván, expulsado por haber reclamado públicamente que muestren los balances del sindicato. Más adelante en el tiempo, llegó el turno de la expulsión de Mariano Altamirano, secretario Adjunto del Suoyem bajo la excusa de que no asistió a tres reuniones consecutivas del sindicato. Tanto Altamirano como Galván eran los que debían asumir ante la ausencia de Brocado.

También se encargaron de apartar a otro vocal, José Carlos Sánchez, quien además fue víctima de una golpiza realizada en el edificio de 5 esquinas por Palacios y dos laderos suyos (Jesús Núñez, Andres Dramasco) tras haberse negado a recaudar a través de los módulos 15, una especie de horas extras que los municipales debían prestar el nombre pero cobrar tan sólo una parte del total para darle la recaudación al puntero sindical. Todo esto ya había sido denunciado por la edición papel de ANÁLISIS en un informe que mostró como se recaudaba con estos módulos durante la gestión Varisco.

Todos habían conformado la lista que se impuso en 2016 en las elecciones del sindicato contra la lista que patrocinaba Daniel Tavi Celis. En este caso, el acuerdo de diversos actores municipales bajo la conducción de Palacios logró imponer el triunfo de Brocado. Ese armado electoral se fue desarmando con el correr de los meses.

Las principales diferencias surgieron con el manejo financiero. Palacios y Fernando García, responsable financiero del sindicato, manejaron a su antojo y con fines personales parte de la recaudación gremial mediante el aporte del 2% de cada salario del afiliado. En la actualidad hay poco más de 2.300 afiliados pero en tiempos de Sergio Varisco -con quien Palacios mantenía un acuerdo político- los afiliados superaron los 4.000 durante 2019.

Por aportes, la suma acumulada en toda la gestión supera los $50.000.000 a los que hay que sumarle el dinero que había dejado la intervención previa a la gestión Brocado. En la caja, la conducción había recibido $9.000.000. A esta recaudación se le suma los más de $2.500.000 recaudados por la mutual fantasma denunciada por ANÁLISIS, acumulados mediante un descuento compulsivo a unos 910 trabajadores durante 2 años sin que ellos conozcan la mutual ni hayan recibido prestación alguna. En total, el trío Brocado/Palacios/García manejaron más de $60.000.000 sin que hayan presentado una justificación en la totalidad de los gastos.

García aseguró que el dinero se gastó en tres cuestiones: la obra de la sede de calle Maipú, la compra de una casa que une esa sede con calle Perón y las obras realizadas en el camping del sindicato ubicado al sur de avenida Ramírez.

Sin embargo, los números que arroja la conducción generan dudas en los que fueron apartados del sindicato: la obra de la sede fue aprobada en la primera asamblea de 2017 con un presupuesto de $3.800.000, pero García dijo que al final de la obra por la inflación terminó costando $8.000.000, pero a la vez los opositores aseguran que en los libros hicieron figurar alrededor de $13.000.000; en lo que hace a la compra del inmueble de calle Perón se habría utilizado un dinero que originalmente se iba a destinar a kits escolares cuyo presupuesto era aproximadamente de un millón de pesos, mientras que García aseguró que el total presupuestado para la compra de esos kits superaba los $3.000.000; por último, García ha dicho en medios de comunicación que la inversión para el camping fue de aproximadamente $30.000.000. En el camping se pueden observar 6 quinchos pequeños, un salón y los trabajos para la realización de una cancha de fútbol.

Cabe aclarar que tanto para la construcción de la sede de calle Maipú, las reformas de calle Perón y el camping del sindicato se utilizó mano de obra de municipales y se contó con la colaboración de Obras Sanitarias, es decir, que los costos de obra deberían haber reflejado una disminución en esos rubros.

Con la muerte de Brocado, el esquema preparado por Palacios mediante las expulsiones y correspondientes corrimientos empezó a quedar en evidencia. Hicieron asumir a un vocal suplente Domingo Nichea como secretario Adjunto con un problema legal: el Ministerio de Trabajo nunca autorizó ningún corrimiento y formalmente la lista original terminó el mandato y las expulsiones no tuvieron efecto.

Sin embargo, actualmente el sindicato sigue siendo manejado por Palacios y García con Nichea como fachada, a pesar de que institucionalmente todo camina hacia un proceso normalizador que llame a elecciones.

Pero el problema actual se presenta en el manejo de las cuentas bancarias del Suoyem. Altamirano realizó una presentación ante la sede bancaria para trabar las cuentas ya que para retirar dinero es necesario dos firmas: el que esté ocupando el cargo de secretario General y el de Finanzas. Como murió Brocado y el Ministerio de Trabajo no aprobó ningún corrimiento, no deberían poder disponer del dinero de los afiliados.

El exvocal, Pedro Galván, habló con Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) y dijo: “Esto fue un sindicato para recaudar plata para una sola persona. El grupo lo sabemos, pero el que se la llevaba era una sola persona. Yo era el primer vocal de la lista que hasta el día de hoy figura, para el Minsiterio de Trabajo seguimos siendo la comisión directiva”.

“Estoy apartado desde 2018, porque llegó un momento que yo veía que esta gente no hacía nada, las cosas iban muy lentas, veía que sacaban plata, sacaban plata, entonces agarramos con un grupo de compañeros, estaba en ese momento la prosecretaria de Finanzas, el secretario de Acción Social, el secretario de Organización, la segunda vocal. Veíamos que esta gente había cerrado todos los diálogos con nosotros, no nos daban participación, decidimos ir al Banco de Entre Ríos a pedir las cuentas con una nota donde el gerente no niega, nos dirigimos al Ministerio de Trabajo de la Nación, que nos tomara nuestra denuncia, viajamos a Buenos Aires”, relató.

Luego, Galván recordó el día y la forma en que terminó expulsado del gremio: “Cuando menos nos enteramos, me llega a casa un escribano con el señor Gramasco diciéndome que para el 19 de febrero tenía una asamblea donde se iba a tratar el tema mío, yo en ese momento no me encontraba para ir al gremio porque sabía que era un grupo muy pesado, entonces decidí no ir al gremio. Ahí es donde me echa porque dicen que yo salí por los medios, que fui al Ministerio de Trabajo, que había denunciado, me llega una carta documento donde estaba despedido. El argumento fue que pedí los números de la plata de lo social. Entonces vos sacás la cuenta que en cuatro años los tipos ¿qué han hecho? No se pueden gastar 60 millones en tres cosas que han comprado. Hay una Kangoo que supuestamente la donó una mutual que hoy no sabemos quién es, la mutual fantasma de calle México, que justamente la estamos denunciando con muchos compañeros que estamos reunidos, vamos a hacer la denuncia en la Justicia Federal. Son 900 trabajadores que les retienen indebidamente su cuota social, sin habr recibido nunca ninguna prestación, alguien la está manejando. La manejan ellos con cargos, con puestos en el municipio. Es lo que hicieron en el gobierno anterior con el intendente (Sergio) Varisco. Era una unidad política en vez de gremio”.