El ex secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), César Baudino, analizó la situación de la docencia en el marco de la pandemia y ante la polémica generada por la presencialidad de las clases.  

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Baudino analizó que la situación por la pandemia “es triste, porque evidentemente la segunda ola viene con muchos más casos, tanto de aislamiento como de casos positivos y de muertes, que en Argentina ayer hayan fallecido 248 personas es un indicador muy fuerte”.

En ese marco, consideró que “el pedido de AGMER de suspender la presencialidad en la provincia para nada está fuera de la realidad, porque es un momento muy difícil pero esto no es una cuestión circunstancial o que haya surgido espontáneamente sino que tiene casusas muy profundas y son de bastante larga data”.

Al respecto, planteó que “hay que tener en cuenta que la pandemia vino a desnudar una situación con el 60% de la niñez bajo la línea de pobreza, con un Estado que no tiene políticas universales de inclusión, con un Estado que paga salarios indignos, con desocupación, una inflación que no da tregua a los bolsillos de la población, con una precariedad de salud muy grande –más allá de la inversión que se ha hecho-, con falta de alimentos, malnutrición, múltiples violencias. Este es el contexto donde aparece esta pandemia y allí el problema de la presencialidad es más bien una cuestión de movilización de la gente”. “Lo que hay que hacer para prevenir es tratar de movilizarse lo menos posible para no llegar al colapso de las salas de terapia intensiva como está pasando en Buenos Aires”, apuntó.

Agregó que “hay que evitar el colapso sanitario, esa es la cuestión fundamental, y además los docentes tienen que estar vacunados” y aseguró que “es inadmisible que en Argentina haya un laboratorio –el de (Hugo) Sigman-  que produce 24 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca y la población argentina no esté vacunada a esta altura”. Sobre este punto crítico que “para hacerle propaganda a los amigos de Alberto Fernández, como este señor Sigman, hubo primeras planas en los medios anunciando que habría vacunas para Argentina y toda Latinoamérica. Pero mientras tanto se producen acá y se envían a Estados Unidos porque México no tiene la capacidad de envasar. Es decir que hay cuestiones de fondo y mientras tanto Argentina reconoció una deuda externa ilegal e ilegítima y sigue drenando recursos mientras la población tiene una situación de precariedad económica muy grande”.

En este panorama, reiteró que “es acertado el pedido de AGMER, porque los directivos de las escuelas están muy presionados, hacen lo que pueden, están en la más absoluta soledad, de las partidas Covid-19 para las escuelas llegó una sola de unos 10.000 pesos, no se ve que el gobierno haya proyectado inversiones en espacios de infraestructura más amplios y ventilados. Es decir, hay cosas de sentido común que no se están haciendo de la forma en que se necesita”.

A ello, agregó que “por otro lado, los chicos están en sus casas y en muchos casos –sobre todo en los sectores populares- no tienen herramientas pedagógicas ni WiFi gratuito; mientras tanto no aparece la vacuna y echarle la culpa a la ciudadanía del crecimiento de los casos no es correcto y es un disparate”.

Respecto de la polémica por la presencialidad, Baudino sostuvo que “nadie discute que todos defendemos la presencialidad, pero el momento sanitaria amerita que los chicos estén en sus casas” y como ejemplo mencionó su caso particular: “Mi hija concurre a la Escuela Normal donde todos los preceptores están aislados, que son 14 en total y que además son profesores en otras escuelas a las que van de tarde y de noche, o profes de educación física; y eso afecta mucho a los chicos”. “El año pasado ha sido tremendo para los chicos, para sus relaciones sociales, para su psicosis, para su aprendizaje. Es una catástrofe educativa y a lo que se venía viviendo, este año vino a cerrar el moño de una problemática tan profunda que viene afectando a toda la sociedad”, refirió.

Sobre la falta de inversión en educación, analizó que “los gobiernos desde la democracia hasta hoy se han sometido a los poderes y trasnacionales mundiales; primero se remató el patrimonio público argentino y cuando se acabaron las joyas de la abuela se empezó a vivir con plata prestada por los organismos multilaterales de crédito. Ese tipo de políticas neoliberales que han tenido continuidad han vaciado al país y han dejado a los grupos concentrados de la economía manejar la vida de la sociedad.  Lo mismo pasa con el río Paraná, con la Hidrovía”.

Sobre la realidad de las escuelas nocturnas en la provincia, planteó que “es muy difícil la situación con esta precariedad social, económica y de desocupación, y es un sector que necesita mucho esfuerzo, mucha contención, mucha inversión, mucha propuesta y mucho acompañamiento al estudiantado porque es muy vulnerado”. “Si bien la mayoría de los chicos de las escuelas nocturnas ya no trabaja, hay jóvenes que buscan –en muchos casos sin éxito- llegar a su título secundario, pero es un lugar de mucha vulnerabilidad de los estudiantes”, definió.

En cuanto a la inversión provincial en las escuelas, Baudino dijo que “se perdió un año en ese sentido, porque el gobierno se ahorró las partidas de limpieza durante todo 2020 y este año llegó una partida especial a principio de año y nada más; también se ahorró Copa de leche que se dejó de dar y los comedores escolares no abrieron en su totalidad y sin embargo ese dinero no se reinvirtió en infraestructura escolar”. “Siempre va a ser insuficiente porque se está emparchando siempre se está emparchando una situación que es profunda y viene de muchos años”, resumió.

La responsabilidad sindical

Consultado por las responsabilidades de la dirigencia gremial en todo este contexto, Baudino planteó que “en los últimos siete u ocho años el Sindicato ha perdido la presencia en las escuelas, y esto de la virtualidad vino a reforzar que los sindicalistas estén en el Sindicato y bastante alejados de las situaciones particulares de las escuelas y de los docentes. Eso es un síntoma muy grande de la crisis que están viviendo todas las instituciones de la sociedad, abonado por políticas que considero erróneas”.

Consultado en ese sentido por las desafiliaciones debido a críticas hacia la conducción de AGMER, afirmó que “la última aceptación de la propuesta salarial generó un malestar muy grande porque prácticamente la misma propuesta se había rechazado una semana antes. Eso generó malestar y hay amenazas de desafiliaciones, y además lo llamativo es que la juventud o los docentes nuevos son muy reacios a la afiliación y eso va generando una situación de desamparo en la docencia”.

Por último consideró que esta realidad “excede a AGMER pero también tiene parte de responsabilidad la directiva; este estar alejado de las situaciones particulares, de hacer todo virtualmente, de estar en la prensa y no en las escuelas es un dato importante. Creo que la institución sindical no escapa a la crisis que viven todas las instituciones políticas, partidarias, religiosas, económicas, periodísticas”.