El gobierno uruguayo retiró la confianza a su delegado en el Banco Mundial -que es compartido con Argentina-, Alieto Guadagni, por el apoyo que brindó al gobernador de Entre Ríos Jorge Busti cuando estuvo en Washington para presentar la denuncia por el daño que provocaría la instalación de las plantas de celulosa en Fray Bentos. El Presidente uruguayo Tabaré Vázquez entendió que Guadagni “no fue ecuánime con su cargo compartido y favoreció a su país de origen”, según se informó.

Tal lo consignado por el prestigioso diario El País, de Montevideo, el gobierno uruguayo decidió jugar una carta diplomática en su disputa con la Argentina por las plantas de celulosa al retirar la confianza a Alieto Guadagni, ex ministro menemista y que representa tanto a ambos países -también a Bolivia, Chile, Paraguay y Perú- en el Banco Mundial.

El argumento planteado por Tabaré Vázquez es que el delegado “no fue ecuánime con su cargo compartido y favoreció a su país de origen”, aunque los analistas entienden que la carta enviada por Uruguay al organismo multilateral pretende repercutir en una pérdida de credibilidad del funcionario.

Cabe recordar que el enojo uruguayo surgió después que Guadagni acompañara al gobernador Busti cuando realizó en Washington la denuncia contra el país oriental por la instalación de las papeleras.

En realidad, las protestas contra el delegado fueron realizadas en primera instancia por el canciller Reinaldo Gargano y por el ministro de Economía Danilo Astori, en una actitud que fue avalada por el Presidente Vázquez.