Con la victoria, Vélez alcanzó a All Boys, Tigre y Boca Juniors en la cima de la tabla con siete unidades (Lanús, que suma seis, puede conservar el privilegio en soledad si este lunes le gana en el cierre de la fecha a San Martín de San Juan); Arsenal, en tanto, se quedó en los dos puntos de sus empates previos.
Vélez construyó su dominio con virtudes propias (solidez defensiva, inteligencia táctica en el mediocampo y oportunismo en el ataque) y defectos ajenos (Arsenal y su escasa ambición).
El esquema dispuesto por Gustavo Alfaro para los de Sarandí no sólo fracasó en su intento de cuidar su arco, sino que le dio a Vélez tranquilidad en el área de Marcelo Barovero y la herramienta con la que se siente más cómodo: la pelota.
Los cuatro integrantes de la línea media de Vélez (Augusto, Cerro, Zapata e Insúa como enganche) resolvieron siempre con calma y precisión y tuvieron paciencia para buscar los espacios, da cuenta Télam.
Así llegó el primer gol, a los 33 minutos, cuando Augusto remató desde lejos y un desvío descolocó a Campestrini; y así también llegó el segundo: Burdisso le hizo un torpe penal a Obolo que el Burrito Martínez cambió de inmediato por el 2 a 0.
Arsenal, y más allá de la excepción del colombiano Carbonero, no tuvo ideas para llegar al área ajena ni argumentos para revertir la superioridad exhibida en la etapa inicial por los del Fortín.
Cuando Augusto Fernández -en el balance general la figura de la cancha- puso el 3-0 parcial para el local (un zurdazo desde dentro del área grande, a la salida de un córner, a los 16 minutos), la historia parecía cerrada, sobre todo porque hasta allí la imagen de ambos equipos seguía siendo la misma.
Pero Arsenal fue con dignidad, descontó dos veces (un cabezazo de Zelaya, un hermoso tiro libre del entrerriano Leguizamón) y le puso cierto suspenso al cierre del partido. Pero no le alcanzó. Los méritos que ya había acumulado le dieron a Vélez una victoria merecida y lo consolidaron, ahora en la cima, como uno de los candidatos.