El abogado de Gualeguaychú, Darío Carrazza, analizó la realidad política y la pelea discursiva permanente entre oficialismo y oposición a nivel nacional. 

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Carrazza admitió que ve la realidad de la pandemia “con mucha preocupación porque hay mucho desencuentro que en momentos de normalidad parecen notas de color y en momentos delicados como los actuales son insoportables”. “Veo una imagen presidencial muy desdibujada, con mucho discurso y protagonismo preocupante, con crispación de un lado y el otro de la grieta que impide ocuparse colectivamente de los problemas de la gente”, definió.

Respecto de la pelea política entre oficialismo y oposición en general, y por las clases presenciales en particular, el abogado analizó que “Argentina desde hace muchos años no crece, se dice que tiene el PBI de 1975, creció la población pero se desfiguró el ingreso per cápita y si en los 70 teníamos una pobreza de 5 puntos, antes de la pandemia era del 35 y ahora ya está en el 50 o más en algunos lugares. Hay cosas que se han hecho mal colectivamente, entre todos y todas; no nos hemos podido insertar en el mundo de una manera colectiva, exportadora, dándonos un lugar como país y eso significa ir para atrás, en una época en que todo el mundo fue para adelante”.

“El uso de la Justicia, el uso de un sistema impositivo regresivo, el uso de favores personales, la hipertrofia de los funcionarios políticos, el uso de los acomodos, de las trampas, la manipulación de los cronogramas electorales, el uso de la emisión y el incremento de la deuda pública son todas zancadillas, chanchullos, que se hacen de una fuerza política a otra, para terminar diciendo después ‘los errores de ustedes fueron más graves que los nuestros’”, sentenció.

Respecto de las denuncias del Frente de Todos por espionaje ilegal en el gobierno de Mauricio Macri, Carrazza afirmó que “el problema no es la grieta sino lo que se arroja en ella”. “Plantear que unos son más corruptos que otros no es el camino, no es la solución; la solución sería que la Justicia independiente dirimiera en un tiempo razonable las responsabilidades de todos los actores de estas causas que son muy importantes porque afectan a una gran cantidad de gente y afectan a gran cantidad de bienes, libertades y derechos de muchas personas”, reflexionó.

En ese marco, lamentó que “ya el pueblo se ve sometido a una permanente rueda de promesa, decepción y justificación. Y el votante ya sabe que va a votar a alguien que le va a decir ‘miren con lo que me encontré’ y quien lo dice es alguien que hace 40 años está en política”.

Asimismo, apuntó que “la responsabilidad de esta situación siempre está en las conducciones; la población nunca es ajena a esos fenómenos, pero lo que pasa es que tiene que ser un juego colectivo, una apuesta colectiva por Argentina. Hay una tentación permanente de la dirigencia política de jugar a la grieta porque es lo seguro, es la manada. Por eso acá habría que formar una masa crítica de dirigentes políticos de los diferentes partidos que pare un poco la pelota y busque plantear ciertos acuerdos, porque  es la única manera de salir adelante”.

Finalmente, el abogado analizó que “la agenda principal es la agenda de la suerte de las personas del poder, y lo demás se usa en función de eso; se usa el miedo, la educación, las clases y en general hay un Boca-River y un intercambio de epítetos y de adjetivos y de echadas de culpas para ver cómo se culpa al otro de lo mal que la está pasando la gente, que está en una crisis profundísima y que la gente no se anima todavía a declamar o asumir porque no hay tampoco caminos alternativos de salida de esta situación”.