De ANÁLISIS

El períplo se inició en noviembre del 2018 cuando la empresa Rontaltex despidió a 11 de sus trabajadores, entre los cuales estaba Gastón Silva que es secretario gremial de la delegación Entre Ríos de la Asociación Obrera Textil (AOT). Además de que la firma se negó a pagar las indemnizaciones correspondientes por ley -por lo cual los trabajadores despedidos le iniciaron juicio-, el despido de un dirigente sindical está prohibido por ley ya que cuentan con inmunidad. Esto abrió otro expediente paralelo que viene acumulando sentencias favorables al sindicalista despedido. 

Después de casi un año de lucha judicial, Silva había logrado que la empresa cumpla con la sentencia y lo reincorpore en octubre del 2019. El sindicalista volvió a trabajar pero en otro lugar, aislado de sus compañeros y contínuamente controlado de manera discriminatoria. A pesar de esto, en noviembre la empresa volvió a cerrarle las puertas de su lugar de trabajo.

Esto motivó que Silva vuelva a acudir a la Justicia y que una vez más le den la razón. El 30 de diciembre, el Poder Judicial ordenó a Rontaltex que reincorpore a Silva. Fue por esto que el pasado viernes Silva se hizo presente en su lugar de trabajo acompañado por su abogado y una escribana. A través del portero eléctrico, la contadora de la empresa le negó el ingreso y eso fue constatado por la escribana. Luego de eso, Silva notificó de esto al Poder Judicial. 

"El 30 de diciembre salió una medida cautelar a mi favor, obligando a la empresa mi reinciporación. El 10 de enero me presente con mi abogado y una escribana, la empresa otra vez se negó a dejarme ingresar a trabajar", aseguró Silva en declaraciones a Somos Noticia Gualeguaychú.