En el marco del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se realizó una movilización en Paraná que terminó en la Plaza Mansilla, ubicada entre la Casa Gris y el Palacio Judicial, dos estamentos que son centro de las críticas. La legalización del aborto fue una de las banderas que primó en la jornada. “Hemos generado redes para hacer el trabajo del Estado y transformar la desidia del aparato en acciones colectivas”, destacaron.

La Asamblea de Mujeres, lesbianas, travestis y trans de Paraná y distintas organizaciones feministas realizaron una “caravana verde y violeta”, en el marco del Día internacional de lucha por la erradicación de las violencias machistas.

La convocatoria se realizó a las 18 en la Danza del Indio y luego, en una colorida caravana que se desarrolló sobre calle Alameda de la Federación y tuvo como banda sonora cánticos en los que se exigió el cese de las violencias y los feminicidios, llegaron a la Plaza Mansilla.

Allí, rodeadas de los edificios que representan la desidia del Estado ante el incremento de feminicidios, 11 representantes del colectivo de mujeres, lesbianas, travestis y trans leyeron un duro documento en el que plantearon sus demandas en el marco del Día internacional de lucha por la erradicación de las violencias machistas, publicó Apf.

Más tarde leyeron un poema escrito por “La Loba”, Lucía Torres Mansilla, la mujer trans, militante y poeta que asesinada el año pasado en la capital provincial.

El documento completo

25N 2020 - Declaración de la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans de Paraná.

“Nos duele la vigencia de un sistema político, económico, penal y social que violenta a las mujeres, lesbianas, travestis y transexuales, y sostiene la feminización de la pobreza y el sometimiento de nuestros cuerpos.

Y nuestro dolor se cura con movilización política y afectiva, con nuestras luchas frente a la impotencia, con organización feminista frente al desamparo y la injusticia machista.

Nos duele la clandestinidad del aborto y las niñas obligadas a parir, por eso en las calles demostramos nuestra fuerza organizada y reafirmamos que vamos a conquistar nuestro derecho a decidir.

¡Contra todos los fundamentalismos el aborto será ley!

Por la democracia, la justicia social, la vigencia de derechos humanos y el acceso a la salud pública: ¡Aborto legal, seguro y gratuito ya!

Nos duele la violencia con la que niegan el cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral con visión científica y laica sobre la sexualidad y con perspectiva de género para todo el sistema educativo.

Y nuestro dolor se cura con la imaginación con la que hemos generado redes para hacer el trabajo del Estado y transformar la desidia del aparato en acciones colectivas que visibilizan los abusos infantiles para defender los derechos de la niñez.

Por eso, y ante el intento de avanzada de grupos anti derechos, exigimos la separación de la iglesia del Estado. El Estado debe dejar de subsidiar la educación privada y confesional, y además no debe financiar la estructura de ningún culto.

Nos duelen las estadísticas sobre el ejercicio de la violencia y nuestro dolor se cura al grito de ni una menos.

Desde el 1 de enero y hasta el 31 de octubre de este año en Argentina, según el Observatorio Lucía Peréz, hubo 231 feminicidios y 30 crímenes en investigación sospechados de feminicidios. 89 travesticidios. 146 tentativas de feminicidios. 286 infancias huérfanas.143 marchas para exigir que paren de matarnos desde que comenzó la cuarentena.13 denuncias desestimadas por el poder judicial previas a que Paola Tacacho fuese asesinada. 46,12% del presupuesto subejecutado del Ministerio de Mujeres, cuando el resto del Ejecutivo supera el 74%. 2 feminicidas linchados.

Este horror actual es el resultado de todas las irresponsabilidades de los diferentes poderes del Estado y a la creciente cifra de crímenes de odio hacia mujeres y disidencias se ha sumado el linchamiento de los victimarios.

Nos duele la complicidad del Estado con la que se mantiene la crueldad en la cotidianidad de la vida.

Nos duelen los feminicidios que aún esperan justicia: Gisela López, Jésica Dos Santos, Lucía Torres Mansilla, Fátima Acevedo y Julieta Riera.

Exigimos el cese de la violencia hacia las mujeres y las disidencias sexuales: ¡Justicia para todos los casos de feminicidios y travesticidios!

Nos duele la violencia laboral y aún no hay políticas integrales que contengan a las víctimas y les permitan seguir con sus vidas y tener un proyecto vital con acceso al trabajo, a la capacitación, a la salud y a la vivienda.

Nos duele que nuestras jornadas laborales sean, en promedio, tres horas más largas que las de los varones; que nos toquen todas las tareas de cuidado y reproductivas, y que estas no tengan valor en el mercado de trabajo.

Nos duelen los salarios bajos y la inflación que inciden negativamente en la sobrecarga de trabajo reproductivo y condicionan y precarizan nuestra inserción laboral.

Nos duele el incumplimiento del cupo laboral trans. Exigimos que la Municipalidad de Paraná reincorpore a las trabajadoras despedidas. Y es urgente que el Congreso apruebe la Ley Integral Trans.

Nuestro dolor se cura con indignación y con la alegría de las rondas y las marchas para decir basta.

Nos duelen las nuevas violencias a las que la pandemia nos expuso por eso acompañamos los reclamos de trabajadoras y trabajadores de la salud pública y de la profesión de enfermería, a quienes hoy definimos como “primera línea de defensa” contra el COVID19.

Nuestro dolor se cura con agua fresca, con tierra para sembrar, con plantas y con amigas, con saberes ancestrales y danzas.

Por eso exigimos que el Estado deje de violentar a las mujeres de las comunidades originarias. Nos solidarizamos con las luchas de las compañeras originarias que resisten desde los territorios saqueados. Rechazamos la extranjerización de la tierra y acompañamos las denuncias por chineo y violaciones de derechos en todo el país.

Por eso reivindicamos nuestro derecho a la soberanía alimentaria y decimos que la utilización de agrotóxicos es un atentado contra toda forma de vida. Deseamos discutir e imaginar otros modos de producción que no nos agredan.

¡Paren de fumigarnos! La agroecología es posible. Fuera a todo el agronegocio y el extrativismo de nuestra tierra. Rechazamos todas las leyes de semillas y aquellas que pretenden patentar la vida.

Denunciamos la inacción del Estado en sus tres poderes ante los incendios en las islas y exigimos una ley de humedales con contralor social que proteja nuestra vida.

Nuestro dolor se cura con nuestras historias, con alimentos sanos, con discusiones colectivas, con empatía, con llanto y con cantos.

Nuestro dolor se cura con la potencia de nuestras luchas y la conquista de nuestros derechos…

¡DESPENALIZACIÓN Y LEGALIZACIÓN DEL ABORTO!

¡ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO YA!

¡NI UNA MENOS!

¡PAREN DE MATARNOS!”.