Los jueces Dardo Tórtul, Javier Cadenas y Darío Crespo condenaron a prisión perpetua a los tres acusados de causar el séxtuple homicidio en la masacre de la cárcel de Victoria. El Tribunal dispuso, además, la continuidad de la prisión preventiva de Ismael Ramón Framulari, Maximiliano Exequiel Chamorro y Kevin Alexander Paniagua, hasta que la condena se efectivice. La lectura de la sentencia se dará a conocer el 30 de septiembre en los tribunales de Gualeguay. 

Se trata de la masacre en la Unidad Penal 5 de Victoria “Gobernador Ramón Febre” ocurrida el 7 de junio del 2018, cuando los condenados arremetieron contra un pabellón y los dejaron encerrados con un colchón encendido fuego que se propagó en pocos segundos a todo el lugar. Sólo una persona sobrevivió de los que estaban dentro, causando así las 6 muertes por las que se llegó a juicio. 

La Fiscalía, a cargo de Eduardo Guata, había solicitado prisión perpetua al igual que la querella mientras que los abogados defensores pidieron la absolución de sus representados. La causa está caratulada “Framulari, Ismael Ramón; Chamorro, Maximiliano Ezequiel; y Paniagua, Kevin Alexander s/ Homicidio múltiple agravado por ensañamiento, alevosía, por la utilización de un medio idóneo para crear un peligro común y con el concurso premeditado de tres personas, en concurso ideal con homicidio calificado en grado de tentativa y privación ilegal de la libertad agravada en concurso real y en grado de coautores”.

El movil del crimen tuvo que ver con que los condenados no coincidían con los modos de llevar el día a día dentro de la cárcel de Justo Silva, quien intentaba pacificar las relaciones e impedir la comercialización de pastillas y otras drogas. Fue así que tanto Silva (53 años), como Marcelo Beber, (31 años), Brian Alarcón (21 años), Vladimir Casco (20 años), Marcelo Rodríguez (30 años) y Francisco Alberto Coronel (19 años). Por su parte, Emilio Oscar Suárez (27 años) sobrevivió aunque con graves secuelas en sus piernas. Su testimonio fue clave junto a otro interno que logró salvarlo, ya que compartía pabellón con los agresores y logró soltarse -lo habían maniatado- para abrir el pabellón incendiado desde afuera.