“No puedo arriesgarme gratuitamente. Si hubiese consciencia me la banco y sigo adelante, o si tuviese 20 años menos, pero la verdad que tengo miedo", afirmó Lemus.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.