El regreso de la Liga Nacional es todo un misterio y mientras tanto Juan Pablo Cantero entrena diariamente a la espera del regreso de la competencia. El base paranaense, que juega para Peñarol de Mar del Plata, se encuentra en Córdoba, lugar donde reside con su esposa y sus dos hijas. El paranaense contó cómo convive con la cuarentena y sus actividades día a día como jugador profesional y padre de familia.

“Se hace difícil, vivo en un departamento y todos los días, a las 17, nos juntamos por Zoom a entrenar con todo el grupo. Entrenamos entre 50 minutos y una hora. Así y todo no es lo mismo. Se busca mantenerse bien en lo físico, pero no son los entrenamientos que uno hace en cancha. Cuando vuelva la competencia seguramente las prácticas van a ser durísimas para recuperar todo lo que se perdió”, contó el jugador.

En diálogo con el programa Buenas Noches de Canal Once, Cantero reveló como son sus días lejos de las canchas y sin una pelota de básquet de por medio.

“Al principio de esta cuarentena aprovechamos para dormir, pero después nos dimos cuenta que perdíamos muchos hábitos de los que teníamos. Ahora nos levantamos más temprano. Soy el cheff de la casa y también hago las tareas de la casa. Mi esposa es médica y tiene que ir a trabajar. Yo me quedó en el departamento con las nenas y soy el amo de casa. Mi hija más grande tiene seis años y la más chica cumplió dos años. Las dos demandan su tiempo. Si para los grandes esta cuarentena es complicada, para los más chicos es aún más”, agregó.

La vuelta

Después de un par de temporadas fuera de la Argentina (jugó en Paraguay y Portugal), Cantero regresó al país para estar otra vez en competencia en la Liga Nacional. No obstante, previamente a aceptar la propuesta de Peñarol de Mar del Plata, el base paranaense contó que estuvo muy cerca de irse a la Liga de México y de Brasil.

“Volver a la Liga Nacional tras mi paso por Paraguay y Portugal no era una alternativa. A finales de noviembre estuve a punto de irme a México, se pinchó, y a principio de diciembre estuve a un paso de sumarme al Flamengo. Ya estaba casi todo acordado y a último momento se cayó esa oportunidad. Estaba todo arreglado y un día recibí la llamada del entrenador del Flamengo, pidiéndome disculpas porque no había caído bien que se sume otro base argentino al equipo. Particularmente valoro mucho que me haya llamado y su opinión la respeto pero desde luego que no la comparto. Entonces, en todo este tiempo estuve cerca de cerrar en un par de clubes hasta que surgió lo de Peñarol, que fue una oferta muy buena en lo económico y deportivo. Hasta acá han sido dos meses muy interesantes, reencontrándome con un nivel muy satisfactorio. Desde ya me entusiasma y me dan ganas de seguir así”.

Desde sus inicios en La Unión de Colón, pasando por las divisiones inferiores de Rowing y siendo parte de los planteles de Echagüe y Sionista, Juan Pablo Cantero construyó una carrera deportiva extraordinaria.

Al respecto contó: “La verdad que no me puse a pensar en la carrera que hice, me hubiese gustado hacer una carrera con menos clubes y disfrutarla más en un lugar. Pero la vorágine de esta carrera es así, con propuestas económicas, de proyectos deportivos y demás que provoca esto. En Argentina pasa que hay equipos que se arman para salir campeón, termina todo bárbaro, pero al otro año no le queda un peso. Entonces no te pueden contratar, te tenés que ir a otro club”.

Y cerró: “Es así. Igual, estoy muy contento con mi carrera. Irme a Europa con 36 años y seguir teniendo chances de irme al extranjero me pone bien. Mientras me sienta así, con entusiasmo, voy a seguir”.