El barrio fluvial Amarras sigue protegido por las autoridades provinciales y gran parte de la Justicia, en detrimento de la defensa de la vida y el ambiente.
“El procurador General de la provincia (Jorge García) opinó que debía hacerse lugar al emprendimiento Amarras, y eso hace que haya que tener un signo de alerta porque es una expresión absolutamente apartada del derecho, que nace de la sola opinión y que demuestra un desprecio por las normas jurídicas involucradas en este fallo”, criticó Leissa.