Postuló el filósofo Wittgenstein: “Los límites de mi habla representan los límites de mi mundo”. Si tal cosa es verdad, una escucha atenta a los candidatos presidenciales –o a algunos de ellos, para ser justos– permite comprobar lo acotado del proyecto que están en condiciones de ofrecer. No se llevan bien con las palabras; ergo, puede inferirse, el horizonte les queda demasiado cerca. La escritora Ivonne Bordelois afirma que el lenguaje suele demostrar la falsedad y el ridículo de las intenciones de los poderosos. El debate entre los candidatos a Presidente, con el significativo detalle del faltazo de Scioli, nos enfrenta a un estado de situación susceptible de ser interpretado en esa clave. Es un problema para la política cuando la capacidad de comunicación se estrecha tanto. A lo poco hay que subrayarle lo que le falta: el problema del destruido régimen federal, por ejemplo, mereció apenas una mención en la competencia verbal de los presidenciables.

Tiene una historia de vida muy particular, que se realza a partir del logro que acaba de conseguir. Practica un deporte poco difundido y que en Argentina no tiene apoyo. No por nada, tuvo que vender lácteos para poder reunir el dinero y así viajar al Mundial, en Colombia, donde se adjudicó el segundo lugar. La humildad de una chica que ama lo que hace. “Me considero una patinadora sin talento, pero a base de esfuerzo logré llegar bien alto. Mi fuerte es el esfuerzo. Se trata de entrenar todos los días; es la dedicación y las ganas de superarme”, dijo.

Luego de más de 500 años de opresión colonialista, las fechas previas al 12 de octubre se vuelven símbolo de los últimos días de libertad de los pueblos originarios de América. El Contrafestejo es un festival que reivindica la identidad y la autonomía de estas culturas y vincula su lucha con expresiones culturales urbanas, autogestivas y populares.

Casi cuatro años después de la apertura de la causa por enriquecimiento ilícito e incumplimiento de los deberes de funcionario público, la justicia entrerriana iniciará el período de tasaciones de los bienes del aún presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, José Ángel Allende (PJ-Nogoyá), según pudo determinar ANÁLISIS. Mientras tanto, el cuestionado legislador sigue con sus inversiones: islas fiscales, ganado vacuno, otras embarcaciones, campos en Entre Ríos y un departamento en Punta del Este. Hay quienes sostienen que en el oficialismo estarían dispuestos a “soltarle la mano”, para que lo investiguen “hasta las últimas consecuencias” y sea “otro Mario Yedro”, pero persisten las dudas, porque Allende siempre terminó imponiendo su poder gremial.

El Estado provincial se apresta a lanzar el Plan de Gestión Integrada para el Desarrollo Productivo Sostenible del Delta Entrerriano. Se trata de un programa financiado por el BID cuyo objetivo es efectuar un estudio que permita definir un ordenamiento para el manejo y protección del territorio insular, con una futura ley como marco normativo. Admitiendo que la fiscalización de las mega obras de ingeniería privadas con alto impacto en este ecosistema no ha sido suficiente, la idea también trata de dar respuesta a las denuncias planteadas por las entidades ambientalistas y apunta a que sea una oportunidad para recuperar el control. El Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua (Corufa) podría ser uno de los organismos que pase a revisión, tanto en su función como en su continuidad, adelantó a ANÁLISIS el secretario de Ambiente, Fernando Raffo.

La causa judicial por abusos de menores contra el cura Marcelino Moya sigue su curso en Villaguay. Según pudo saber ANÁLISIS, ya declararon más de 30 personas, quienes de alguna manera avalaron los testimonios de los jóvenes abusados en la ciudad del centro de la provincia. Moya nunca presentó abogado defensor alguno ante la justicia. Lo más extraño hasta ahora es la reticencia de parte del Arzobispado de Paraná, en enviar a la fiscal Nadia Benedetti el denominado “archivo secreto” del cura. Hubo que enviar por tercera vez el requerimiento a la sede del Arzobispado y se espera una respuesta concreta. Lo otro saliente, el detalle de viajes al Uruguay del sacerdote: entre el 2006 y marzo de este año, pasó más de 50 veces por puestos fronterizos del Uruguay. Mientras tanto, el cura Moya sigue recluido en su casa familiar de María Grande y optó por no hacer ningún tipo de declaración periodística.