La guerra ajena

Están, en un extremo, los que no se dejan convencer con argumentos. Son los que, en cualquier discusión pública, se identifican con la idea del “tiene razón pero marche preso”. Se plantan de ese modo quienes no quieren moverse un centímetro de su preconcepto. Están también los que, en una posición intermedia, dueños de un pensamiento claramente