Las afirmaciones del senador provincial Hernán Vitulo, urribarrista, que acusó al diputado provincial José Jodor, bustista, de pagar 50 pesos por persona para recoger afiliaciones al peronismo federal, constituyen la aproximación más concreta de la retórica dirigencial al mundo de la política verdadera. La acusación, difícilmente comprobable, lanzada en el contexto de la gran externa que es la interna peronista, pega en un sitio sensible sobre todo para cierta clase media que dice deplorar el clientelismo, muchas veces sin reparar que mediante otros mecanismos el poder también procura comprarla, de a ratos con verdadero éxito. Pero el clientelismo suscita rechazos. Está mal visto. Es la mentira institucionalizada. Hablar mal de él es sembrar sobre tierra fértil, que bien predispuesta está la ciudadanía a escuchar razones que acrezcan su desaliento o su escepticismo. Por un billete se finge adhesión. La afirmación de Vitulo es concreta. Informa sobre las tarifas de los servicios políticos. En determinado plano, no importa si es cierta o no. Por un momento, los debates abstractos, indispensables, siempre al borde de aburrir al urgido, dejan lugar a la política real. Una afiliación, cincuenta pesos. ¿Por qué escandalizarse? ¿Por qué estigmatizar al vendedor, además, si la Presidenta de la Nación supo livianamente hablar de otras tarifas, las del Poder Judicial?

Un programa de la Facultad de Trabajo Social obtuvo un reconocimiento de la Presidencia de la Nación por sus tareas en la promoción de la organización de un grupo de familias de cirujas. El aporte económico recibido será destinado a fortalecer una incipiente infraestructura para el reciclado de los desperdicios urbanos que se halla lindera al Volcadero de Paraná, así como continuar otras líneas de protección a la niñez y reconversión laboral de los más jóvenes. La experiencia contrasta notablemente con la ausencia de una política oficial seria e integral para abordar los problemas surgidos de la pobreza y el tratamiento de los residuos en la ciudad. El desafío planteado es doble: promover una cultura cooperativa entre los cartoneros y lograr un acompañamiento del Estado, así como otras ONG.

Pocas veces Jorge Busti jugó tan fuerte en un reportaje. En un diálogo de casi dos horas con ANALISIS, el ex gobernador dijo que el alineamiento de Sergio Urribarri con el kirchnerismo “es una cuestión de billetera”; que varios medios le están “cerrando las puertas” y que la actual administración provincial “persigue a la gente” identificada con el bustismo. Reveló que a José Carlos Halle le están haciendo “un municipio paralelo” en Paraná y “la vida imposible” y que no teme quedarse rodeado por algunos dirigentes cuestionados. “Peores del grado hay en todos lados”, afirmó. Cuestionó a Julio Solanas, Enrique Cresto, José Cáceres, Adrián Fuertes e integrantes de la familia Molina, quienes fueron bustistas y ahora aparecen fuertemente ligados al kirchnerismo. Aseguró que no está “nervioso” por las adhesiones que logra Urribarri; que el nuevo hospital para la capital provincial “es una absoluta mentira”, que los caminos “son un verso” y que día a día tiene que soportar “el aparato de márketing más grande de Entre Ríos, que mueve muchísimo dinero del oficialismo”.

Dos de los principales grupos de la Región Centro compartirán el escenario mayor del Teatro 3 de Febrero en la noche de este viernes. Canto y Urdimbre se llama el espectáculo que los aúna en un punto de encuentro que es la pasión por el folclore y la música popular y el gusto de cantar a viva voz las canciones de esta tierra. Es así que con 15 años de trayectoria, el grupo vocal paranaense La Misión se encuentra con su par cordobés Eusemos, quienes iniciaron sus pasos en el 2005. Por eso el nombre de la velada con propuesta folclórica es Canto y Urdimbre, porque los músicos buscan entramar y mezclar como la urdimbre en el telar, los ritmos de la tierra, sus colores y las voces.

El aspirante a buscar la vacante abierta en el periódico se somete al examen de rutina. El secretario de Redacción le indica que escriba sobre Dios. “¿A favor o en contra?” pregunta el cínico candidato. Suficiente. Sin más trámite el puesto es suyo. Cierta o imaginaria la escena, de antigua data, se reestrena con intermitencias en la historia del periodismo, con apariencia de nota coloreada con humor. Sin embargo, refleja la vigencia pariodiada de la prueba de la docilidad para el ejercicio del oficio en un campo minado de complicaciones. El conflicto Gobierno-Grupo Clarín agudiza la compleja situación, más allá de la puntual controversia.